La generación dorada de Costa Rica está cerca de su despedida y Qatar 2022 sería el escenario en el que por última vez jueguen juntos como seleccionados sus tres mayores referentes: Bryan Ruiz, Keylor Navas y Celso Borges. Sin embargo, el arquero fue el que, sin lugar a dudas, marcará un antes y un después no solo en la historia del fútbol costarricense, sino en la del fútbol mundial.
Ruiz, de 37 años e insigne capitán de los ticos, ya anunció su retiro de las canchas para diciembre, una vez termine su participación en Qatar, en un partido ante el Twente de Holanda, equipo que aún lo recuerda como héroe. Navas, 35, y Borges, 34, no han dicho aún qué harán después del Mundial. Los tres fueron clave en la mejor actuación alcanzada por Costa Rica en una Copa del Mundo, los cuartos de final en Brasil 2014.
Ruiz es al único a quién el técnico Luis Fernando Suárez le aseguró un cupo en la lista mundialista, más como un premio a su trayectoria y liderazgo que a su actual rendimiento en la cancha. "Si hay alguien que siempre ha tenido el deseo de representar al país y lo ha hecho siempre es Bryan. Él ya lo dijo, este es su último año como futbolista profesional... Bryan nos clasificó, se lo merece'', señaló Suárez.
Pese a las críticas por la falta de relevo generacional en la primera parte de la eliminatoria, Ruiz, Navas y Borges volvieron a ser determinantes para que Costa Rica se recuperara en los últimos seis partidos del octagonal para acceder el repechaje intercontinental, imponiéndose 1-0 ante Nueva Zelanda.
Al trabajo determinante de estos tres jugadores, sumado a goles clave del experimentado Joel Campbell, se añade la decisión del técnico Suárez de darle oportunidades a nuevas figuras en el momento decisivo de la eliminatoria que no defraudaron. Costa Rica disputará su sexta Copa del Mundo y tercera consecutiva. Debuta contra España el 23 de noviembre por el Grupo E, para luego medirse contra Japón y Alemania.
El futuro de Costa Rica después de Qatar
Entre los nuevos rostros destacan el creativo Brandon Aguilera, recién firmado por el Nottingham Forest, y Jewisson Bennett, un jugador de 18 años a quién Suárez observó aún sin haber debutado en primera división y de inmediato se enamoró de su talento al punto de incluirlo en sus convocatorias iniciales.
Bennett, hijo de un delantero del mismo nombre que hizo su carrera en la década de 1990, respondió con buenas actuaciones y fue fichado por el Sunderland inglés. Fue una escapada de Bennett por la izquierda y su pase a Campbell lo que permitió a Costa Rica anotar el gol que le dio la clasificación a Qatar en el repechaje de junio contra Nueva Zelanda.