El fenómeno del odio en las redes sociales será abordado de manera prioritaria en la FIFA en el año del Mundial de Qatar 2022, con la publicación de un informe que revela que el 55 por ciento de jugadores y técnicos que participaron en las finales de la última Eurocopa y la Copa de África recibieron mensajes de abuso en sus cuentas de Instagram y Twitter.
Ante esto, el órgano rector del fútbol mundial lanzará un programa para moderar y ocultar los mensajes de esta connotación en sus próximos eventos planetarios, tanto en Qatar como en el Mundial femenino de Australia y Nueva Zelanda en 2023. "Tenemos la obligación de proteger el fútbol y eso empieza por los futbolistas", dijo el timonel, Gianni Infantino.
Según informa FIFA, se buscarán "términos de incitación al odio reconocidos que se publican en las cuentas de las redes sociales y, tras detectarlos, se impedirá que el destinatario y sus seguidores vean el comentario". Aunque el posteo no desaparecerá, la acción reducirá de manera importante su visibilidad y alcance.
Los insultos en redes sociales, una problemática que no solo se ve presente en mundiales como Qatar 2022
Infantino advirtió que "lamentablemente está surgiendo una tendencia de un porcentaje inaceptable de publicaciones en los canales de las redes sociales dirigidas a jugadores, entrenadores, árbitros y a los propios equipos; y esta forma de discriminación no tiene cabida en el fútbol, como ninguna otra".
De acuerdo a un estudio del Sindicato Mundial de Futbolistas Profesionales, FIFPro, los varones reciben especialmente ataques de odio racial y en segundo lugar, de carácter sexual. En su conjunto completan el 85 por ciento de los mensajes abusivos; mientras que el fútbol femenino recibe un 90 por ciento de alusiones sexistas y homofóbicas.
Por esto, la idea principal es avanzar en la identificación de los haters, como se denomina a quienes difunden mensajes de odio. Threat Matrix asegura que el 90 por ciento de las cuentas que emiten estos comentarios son identificables o altamente identificables, por lo que FIFA y FIFPro quieren aprovechar de escalar en el conflicto.
"Esto significa que la actividad de dicha cuenta puede transmitirse a las plataformas de las redes sociales pertinentes y a las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley, para que se puedan tomar más medidas", advierte el ente rector en lo que puede cumplir el anhelo de establecer sanciones que limiten estas prácticas.
Además, los jugadores, entrenadores, árbitros y selecciones nacionales en general, en conjunto con sus familias, recibirán apoyo educativo que les permita desarrollar mejores prácticas en redes sociales, y un monitoreo de salud mental que entregue mejores armas para defenderse de estas prácticas.