Brasil ha encendido una nueva polémica en el ámbito futbolístico tras los recientes comentarios del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien sugirió que la selección brasileña debería estar compuesta solo por jugadores que militan en clubes nacionales, argumentando que "no hay ningún crack" entre los futbolistas que juegan en el extranjero.
Lula expresó su opinión durante una entrevista radial, un día después de que Brasil venciera 2-1 a Chile en las eliminatorias, destacando el rendimiento de jugadores locales como Luiz Henrique, exjugador del Betis, e Igor Jesus, quienes forman parte del Botafogo.
El presidente comentó que los futbolistas que juegan fuera del país no son superiores a los que lo hacen en Brasil y sugirió al presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Ednaldo Rodrigues, convocar exclusivamente a jugadores que jueguen en el campeonato local.
Estas declaraciones han generado un revuelo, especialmente porque Vinicius Jr. es considerado uno de los mejores jugadores del mundo, con grandes posibilidades de ganar el Balón de Oro, y varios otros futbolistas como Rodrygo, Raphinha, y los porteros Alisson y Ederson, juegan en equipos de élite en Europa.
Lula también afirmó que actualmente no hay ningún jugador extranjero que pueda compararse con leyendas como Garrincha o Romário, sugiriendo que Brasil tiene jugadores de la misma calidad en su propio país y que deberían recibir más oportunidades en la selección.
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