El caso de una mexicana que fue condenada a 7 años de prisión y 100 latigazos por denunciar por abuso sexual a un compañero de trabajo fue una las primeras noticias que pusieron la lupa sobre los derechos humanos en Qatar. La historia dio la vuelta al mundo y empezó a generar conmoción y preocupación por la situación del país que celebrará el Mundial 2022 en unos días.
Es que el sistema jurídico qatarí es muy diferente al de los países de Occidente. Qatar, como muchos de sus países vecinos, se rigen por el Corán y la Sunna, que son las fuentes de origen y las bases de la religión y leyes musulmanas. Por lo tanto, aunque los visitantes no estén al tanto de las reglas que se imponen, no suelen ser eximidos de sus cargos. Es algo que generó mucho debate y que obligó a los organizadores a aclarar algunas cosas y dar algunos permisos.
La ley islámica en Qatar
La sharía o ley islámica (que, en árabe, se escribe así: شريعة إسلامية) es el cuerpo de derecho islámico. Constituye un código detallado de su conducta, en el que se incluyen las reglas relativas a los modos del culto, los criterios de su «moral» y todo aquello que tienen permitido o prohibido quienes viven en los países donde rige esta ley.
La ley islámica, en su vertiente más fundamentalista, incluye como graves faltas la homosexualidad, la desobediencia de las mujeres hacia la autoridad del padre o el esposo, las relaciones con infieles (kafir, los pertenecientes al mundo no islámico) y el incumplimiento de las normas de vestimenta de las mujeres (hiyab), a las que, en caso de incumplimiento, se considera inmorales y culpables en caso de violación.
En Qatar, dentro del sistema de normas que integran la ley islámica, existe la Sharia, que es un código de conducta definido a partir de lo que el islamismo considera bien y mal. Uno de los ejemplos más conocidos es que, a diferencia de casi todas las anteriores sedes mundialistas, el consumo de alcohol está completamente prohibido en la vía pública, mientras que solo es posible en algunos bares y restaurantes autorizados (habrá excepciones en el Mundial 2022).
Otra pena muy común para los turistas es el del cigarrillo. En Qatar solo está permitido fumar en aquellos lugares donde hay carteles que indican que está permitido hacerlo. En caso de no cumplirlo, la multa puede llegar a los 800 dólares.
Además, las reglas de vestimenta en museos o templos sagrados indica que los hombros y las rodillas deben estar tapadas en todo momento. Una que hay que tener en cuenta es la de las discusiones en público. En caso de que suban mucho de tono, la policía tiene derecho a detenerlos.
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