Según información del medio ruso Matchtv, la FIFA y la UEFA han decidido mantener la suspensión de Rusia, impidiendo su participación en el Mundial de 2026 en Estados Unidos, México y Canadá, así como en cualquier torneo internacional. Aunque los organismos rectores del fútbol no han emitido una confirmación oficial, la noticia ha generado gran repercusión.
Esta sanción, que excluye a Rusia de competiciones internacionales desde Qatar 2022, fue impuesta como respuesta a la invasión militar de Ucrania. Además de la selección nacional, los clubes rusos también han quedado fuera de los torneos organizados por la UEFA, afectando al fútbol del país en todas sus categorías.
Rusia, que ha participado en once Copas del Mundo (tanto bajo su nombre actual como en su etapa soviética), ahora se limita a disputar partidos amistosos. El último, el 15 de noviembre, resultó en una abultada victoria contra Brunei por 11-0, bajo la dirección del técnico Valeri Karpin, exjugador del Celta de Vigo.
Mientras tanto, las eliminatorias europeas para el próximo Mundial comenzarán en marzo de 2025, y el sorteo de los grupos se llevará a cabo el 13 de diciembre de este año. Europa contará con 16 plazas directas para la competición.
La suspensión prolongada plantea interrogantes sobre el futuro del fútbol en Rusia. Más allá de su exclusión de los torneos más importantes, la falta de competencias oficiales podría afectar el desarrollo y visibilidad de sus jugadores y clubes.
Por lo tanto, mientras el mundo del fútbol se prepara para una nueva edición del Mundial, Rusia enfrenta un largo camino hacia su reintegración en el escenario internacional, con una sombra de incertidumbre sobre su futuro competitivo.
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