Cuartos de final de la Copa del Mundo 2006. La Francia de Zinedine Zidane de un lado y la Brasil de Ronaldo, Ronaldinho, Roberto Carlos, Cafú y Kaká (entre otros) del otro. Un partido del que se esperaba mucho y nos regaló aún más.
Es que a ese Mundial el seleccionado francés no llegaba como gran candidato, de hecho el mismo Zidane reconocía que ya no se sentía bien. Incluso antes del inicio de aquella cita mundialista admitió: "No puedo seguir un año más. No estoy jugando como quería y no voy a jugar mejor que en el pasado”.
Incluso la prensa francesa empezó a criticar el hecho de que ni él ni Henry pudieran anotar goles, algo que ellos no parecían darle interés hasta que, años más tarde, el ex volante del Real Madrid admitiera: “me daba rabia no poder hacer que Titi se encendiera”.
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Sin embargo, luego de un gran triunfo frente a España en octavos de final, el elenco dirigido por Raymond Domenech parecía resurgir de las cenizas y llegaba al duelo frente a Brasil como un rival más que interesante.
Del otro lado, el conjunto verdeamarelo llegaba brillando: último campeón del mundo, campeón de la Copa América y campeón de la Copa Confederaciones. Además su once de gala hacía temer a cualquiera: Dida; Cafú, Lucio, Juan, Roberto Carlos; Ronaldinho, Emerson, Ze Roberto, Kaká; Adriano y Ronaldo.
Para colmo, en fase de grupos venció claramente a Croacia, Australia y Japón, y en Octavos de Final barrió a Ghana con un contundente 3 a 0.
Sin embargo, aquel 1 de julio de 2006 en Frankfurt, Brasil se vio sobrepasado por el majestuoso 10 francés. "Aquel día había magia en el aire en el campo, tanto mis compañeros como yo la sentimos", declararía unos años más tarde el nacido en Marsella.
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Para colmo, en el minuto 57, Zidane se hizo cargo de una falta en la izquierda y, con un centro fantástico, dejó sólo a Henry, quien solo tuvo que definir para sentenciar el 1 a 0 que sería el resultado final.
Después de eso sólo hubo tiempo para seguir viendo brillar a Zizou. Con toques de primera, gambetas cortas y aperturas de balón, el hoy entrenador, consumió los más de 30 minutos que quedaban por delante y metió a su seleccionado en semifinales.
Una vez finalizado el partido, el mismísimo Pelé habló con la prensa mundial y expresó: “es un maestro. Este partido, Zidane fue un mago”.
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