Al parecer, los jugadores de fútbol profesionales no solo poseen excelentes cualidades físicas, sino que también tienen mayores capacidades mentales. Así lo demostró un estudio realizado en el Instituto Karolinska de Estocolmo, Suecia. En la investigación, los neurólogos analizaron si se puede predecir el éxito de un futbolista a través de la medición de funciones mentales cognitivas, como su capacidad ejecutiva, su creatividad y su flexibilidad.
Se evaluaron 83 futbolistas, hombres y mujeres, todos clasificados en las primeras tres divisiones nacionales de la liga de fútbol sueca. Fueron sometidos a una prueba estándar que se utiliza para medir capacidades cognitivas tales como la resolución de problemas, la creatividad y el establecimiento de normas. Posteriormente, los investigadores compararon los resultados obtenidos con los futbolistas de divisiones altas y los de divisiones bajas, y luego con los de una muestra de la población general, que en 2007 fue sometida a la misma prueba.
Los resultados mostraron que los de alta y baja división, fueran hombres o mujeres, tenían mejores mediciones de funciones cognitivas que la población general. Esto les permite poder "leer el partido", lo que sucede y va a suceder en el campo de juego y poder anticiparse ante el quite de un rival o ante la dirección que tendrá la pelota, lugar a donde debería dirigirse el arquero en un tiro libre.
A su vez, los jugadores de alta división tuvieron el desempeño más destacado y sobresalieron en un área en particular: la función cerebral ejecutiva, que se describe como el conjunto de los procesos mentales que regulan el pensamiento y la acción, y son importantes para captar y discriminar información en el momento de la toma de decisiones, en especial en períodos cortos de tiempo.
En el fútbol hay mucha información para procesar en escasos segundos, por lo que un jugador exitoso analiza en forma permanente la situación de juego, la compara con experiencias pasadas y crea posibilidades nuevas de juego, para lo cual acepta o descarta estrategias planificadas y toma decisiones rápidas. Por lo que esta inteligencia les permite decidir en poco tiempo si seguir a su marca para que no reciba un pase, o quedarse en el lugar para defender su arco en caso de un movimiento sorpresa de otro jugador.
Lo que no se sabe es si se "nace" con estas funciones cognitivas o si las desarrollan junto con su entrenamiento físico. Hoy, la ciencia cree que es probable que exista un componente heredado y otro que surge del entrenamiento. Por lo que los autores del estudio anticipan que existe la posibilidad de que, en un futuro, los jugadores de futbol profesional sean seleccionados no solo por sus cualidades físicas para controlar la pelota, sino también por los resultados destacados de sus evaluaciones neuropsicológicas.
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