El 13 de julio de 2014 Alemania tocó el cielo con las manos consiguiendo la cuarta Copa del Mundo de su historia, venciendo nada más y nada menos que a la Argentina de Messi en Brasil. Sin embargo, cuatro años más tarde sufriría una de las peores derrotas de su vida.
El 26 de junio de 2018 México le daría la bienvenida al elenco teutón a la cita mundialista con un 1 a 0. Así fue como los dirigidos por Joachim Low debían conseguir los 6 puntos restantes de manera obligatoria. En el segundo encuentro, frente a Suecia, un agónico gol de Toni Kroos le dio esperanzas.
De esta manera, todo lo que la poderosa Mannschaft tenía que hacer en la última fecha era vencer a la República de Corea del Sur, que ya estaba eliminada por haber perdido los dos primeros duelos, y estaría a salvo en los octavos de final.
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Sin embargo, aunque la alegría y el dramatismo volvieron a producirse en el tiempo añadido, esta vez fueron los rivales de Alemania quienes lo celebraron. Es que Kim Young Gwon marcó el primer gol en el minuto 92 y luego, cuando Manuel Neuer se sumó al ataque en una frenética búsqueda del empate, Son Heungmin hizo el segundo cuatro minutos después.
El resultado no fue suficiente para salvar a los coreanos, que se unieron a los defensores del título para volver a casa. Pero fue la eliminación de Alemania la que acaparó los titulares de todo el mundo, ya que la tetracampeona fue eliminada en la fase de grupos de la Copa Mundial de la FIFA por primera vez en su historia.
"Quizá pensamos que con sólo pulsar un botón podríamos cambiar de marcha", se lamentó su "sorprendido" seleccionador, Joachim Löw. "Tenemos que admitir que es una gran derrota. No merecíamos volver a ganar el título y no merecíamos pasar a los octavos de final".
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