Los organizadores del Mundial de Qatar han admitido que hubo explotación de trabajadores contratados para los torneos preparatorios de la FIFA en el país del Golfo Pérsico.
El reconocimiento de fallas llegó tras una investigación emprendida por Amnistía Internacional, la cual descubrió que los guardias de seguridad fueron obligados a trabajar en condiciones de "trabajos forzados'', al exceder las 60 horas laborables por semana y al no tener un día de descanso durante meses o incluso años.
Además, agragaron: "Estas infracciones fueron absolutamente inaceptables y llevaron a que se aplicaran varias medidas, incluida la de colocar a los contratistas en una lista negra para evitar que trabajaran en proyectos futuros, incluida la Copa Mundial de la FIFA, antes de reportar a los citados contratistas al Ministerio del Trabajo para enfrentar más investigaciones y acciones punitivas''.
La explotación de trabajadores continúa en Qatar pese a que los organizadores del Mundial afirman que se han implementado distintas medidas desde 2014 (cuatro años después de que la FIFA otorgó la sede) a fin de proteger la salud y la seguridad.
"Muchos de los guardias de seguridad con quienes hablamos para conocer a sus patrones sabían que estos últimos violaban la ley pero no se sentían con el poder suficiente para desafiarlos'', dijo Stephen Cockburn, de Amnistía Internacional. "Agotados física y emocionalmente, los trabajadores siguieron presentándose al empleo bajo la amenaza de las sanciones financieras o, peor aún, revocación de contrato o incluso deportación.
"Pese al progreso que Qatar ha logrado en los años recientes, nuestra investigación sugiere que los abusos en el sector de la seguridad privada (cuya demanda aumentará durante el Mundial) siguen siendo sistemáticos y estructurales''. La realidad es que la FIFA debe hacer algo para verificar que las leyes se cumplan, al igual que los derechos del trabajador.